¿Es éste el descubrimiento más importante de la historia del mundo musulmán?
Sean Coughlan BBC
Cuando la Universidad de Birmingham, en
Inglaterra, reveló que tenía fragmentos de uno de los coranes más antiguos del
mundo, la información no tardó mucho en acaparar los titulares de los medios de
comunicación de diferentes partes del mundo.
En términos del descubrimiento la revelación parecía, aunque
extraordinaria, muy poco probable.
Surgieron muchas preguntas sobre los orígenes de ese manuscrito antiguo.
Pero ahora hay indicios en Medio Oriente de que el descubrimiento podría
incluso ser más trascendental de lo que inicialmente se creyó.
Hay afirmaciones que apuntan a que podrían
tratarse de fragmentos de la primera versión completa del Corán, comisionada
por Abu Bakr, seguidor del profeta Mahoma y luego califa.
Y también a que es "el
descubrimiento más importante de la historia del mundo musulmán".
Se trata de un rompecabezas musulmán. Pero algunas de las piezas se han
empezado a insertar en su lugar.
Es muy probable que los fragmentos de Birmingham, de al menos 1.370 años de
antigüedad, llegaron a estar en la mezquita más antigua de Egipto, la mezquita
Amr ibn al-As en Fustat.
La pista parisina
Los académicos se muestran cada vez más confiados en que el manuscrito de
Birmingham es parte de una pieza escrita que está en la Biblioteca Nacional de
Francia.
La biblioteca cuenta con el conocimiento y la experiencia de François
Deroche, un historiador del libro sagrado del islam y académico del Colegio de
Francia que ha confirmado que las páginas que se encuentran en París son parte
del mismo Corán que está en la ciudad inglesa.
Alba Fedeli, la primera investigadora que identificó el manuscrito en
Birmingham, también cree que forma parte del que está en Francia.
Esta es la mezquita de Amr ibn al-As, en Egipto, donde se cree se originó
el Corán hallado en Birmingham.
La importancia es el manuscrito de París tiene su origen en la mezquita
egipcia.
La parte francesa del texto fue traída a Europa
por Asselin de Cherville, quien sirvió como vicecónsul en Egipto cuando en el
siglo XIX el país estaba bajo el control del ejército de Napoleón.
Deroche señala que se cree que la viuda de Asselin de Cherville intentó
vender éste y otros manuscritos islámicos antiguos a la Biblioteca Británica en
la década de 1820, pero terminaron en la Biblioteca Nacional de Francia, en
París.
Pero si una parte de este Corán llegó a París, ¿qué pasó con las páginas
que llegaron a Birmigham?
En el camino "algunas páginas debieron
haberse dispersado" y llegaron al mercado de antigüedades.
Se presume que fueron vendidos y revendidos hasta
que en la década de los años 20 del siglo pasado fueron adquiridos por Alphonse
Mingana y llevados a Birmingham.
Mingana era de Asiria, el imperio que abarcaba lo que hoy es Irak. Se
trataba de un coleccionista cuyos viajes a Medio Oriente fueron financiados por
la familia Cadbury.
"Por supuesto que no hay pistas oficiales de ese episodio, pero sí
explica cómo Mingana obtuvo algunas hojas del tesoro de Fustat", indica el
profesor Deroche, quien por su trabajo como académico fue condecorado con la
Legión de Honor, la principal distinción otorgada en Francia.
Y sugiere que material similar que fue vendido a coleccionistas
occidentales estaría aún por salir a la luz.
Fecha en disputa
Aún así, la datación del manuscrito hallado en Birmingham sigue siendo una
cuestión polémica.
Gracias a las pruebas de radiocarbono se cree que data de entre 568 y 645.
Y fue entre esas fechas, en el año 632, cuando murió Mahoma, el profeta
fundador del islam.
Por ello, "la persona que
de hecho lo escribió pudo haber conocido al profeta Mahoma", dice
David Thomas, profesor de cristianismo e islam de la Universidad de Birmingham.
El experto asegura que, de acuerdo a las pruebas, el manuscrito fue escrito
en los primeros años del islam.
Sin embargo, esto contradice los hallazgos de los académicos que se basaron
en el estilo del texto para determinar su origen.
Mustafa Shah, del Departamento de Estudios Islámicos de la Escuela de
Estudios Orientales y Africanos en Londres, señala que hay "evidencia
gráfica"—como la forma en la que están separados los versos y los signos
gramaticales usados— que indica que es posterior.
En esta forma incipiente de árabe, los estilos de escritura se
desarrollaron y las reglas gramaticales cambiaron, y Shah señala que el
manuscrito de Birmigham es simplemente inconsistente con esa fecha tan
temprana.
Deroche también dice que tiene "reservas" sobre las fechas que
arrojaron las pruebas de carbono.
Y es que ha habido casos en los al volver a analizar manuscritos cuya fecha
ya fue establecida, el resultado ha sido distinto, insiste.
Cuestión de años
Pero el personal de la Unidad de Radiocarbono de la Universidad de Oxford
que analizó el manuscrito está convencido de que sus resultados son correctos,
más allá de las inconsistencias.
El investigador David Chivall dice que esta prueba es cada vez más precisa
y que es mucho más confiable ya que evita cualquier contaminación de las
muestras.
En el caso del Corán de Birmingham, Chivall indica que los más probable es que haya sido escrito más cerca
del año 645 que del año 568, aunque la probabilidad es del 95%.
"Estamos tan seguros como podemos estarlo de que las fechas son
precisas", subraya Chivall.
No obstante, los académicos pueden cambiar de opinión.
El doctor Shah recuerda que hasta
la década del 90 la visión dominante entre los académicos occidentales era que
no existió una versión escrita del Corán completa hasta el siglo VIII.
Desde entonces esta hipótesis ha sido considerada
"completamente incorrecta" y ha crecido el apoyo a la versión
tradicional musulmana sobre ese libro sagrado.
El manuscrito de París que podría ayudar a resolver esta disputa sobre
fechas no ha sido sometido a una prueba de radiocarbono.
¿El primer Corán?
¿Cuáles serían las consecuencias de que el manuscrito de Birmingham fuera
creado en las fechas indicadas por las pruebas de radiocarbono?
Solo existen dos hojas en Birmingham, pero el profesor Thomas cree que la
versión completa pudo haber constado de 200 hojas separadas.
"Pudo haber sido una pieza de trabajo
monumental".
Esto genera preguntas sobre la identidad del que pudo haber comisionado
este Corán y de quién tenía los recursos para hacerlo.
Jamal bin Huwareib, director de la Fundación Mohammed bin Rashid Al
Maktoum, una institución educativa establecida por la monarquía de los Emiratos
Árabes Unidos, dice que la evidencia apunta a una conclusión aún más
interesante.
Él cree que el manuscrito en Birmingham es parte
de la primera versión escrita y exhaustiva del Corán que comisionó el califa
musulmán que gobernó entre 632 y 634.
"Es el descubrimiento más importante de la historia para el mundo
musulmán", asegura Huwareib, quien ha visitado Birmingham para examinar el
manuscrito.
"Creo que es el Corán de Abu Bakr".
Según su opinión, la gran
calidad de la caligrafía y del pergamino muestra que se trata de un trabajo
exquisito creado para alguien importante.
Eso, además de que las pruebas de carbono revelan que el documento data de
los primeros días del islam.
"Esta versión, esta colección, este manuscripto es la raíz del islam,
es la raíz del Corán", dice Huwareib, para quien se trata de "una
revolución" en el estudio de su religión.
Thomas sostiene que las pruebas de carbono apoyan esta teoría, pero
"eso implica un gran salto, sin dudas".
Manuscrito único
Existen otras posiblidades.
La prueba de carbono está basada en la fecha de
la muerte del animal cuya piel fue utilizada para fabricar el pergamino, no en
la fecha en que el escrito fue completado.
Esto implica que el manuscrito puede ser posterior al año 645; posiblemente
entre el 650 y el 655, según Thomas.
Esto coincidiría con la producción de copias del Corán realizadas durante
el régimen del califa Uthman, entre 644 y 656.
Joseph Lumbard, profesor del departamento de árabe y estudios de traducción
de la Universidad Estadounidense de Sharjah, en Emiratos Árabes Unidos, dice que si las fechas son correctas nada
puede ser descartado.
"No descartaría que fuera un fragmento del codex armado por Zayd ibn
Thabit en el tiempo de Abu Bakr o una copia del códice de la época de
Uthman".
"Tampoco descartaría el argumento de Deroche, siendo él un líder en su
campo", sostiene Lumbard.
Pero advierte que no se puede "seleccionar" la evidencia para
apoyar el argumento del experto que uno prefiere.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario